¡Volviendo a mi primer amor!
Dios continue resplandeciendo Su rostro en ti querida amiga, confío en Él que tu corazón se encuentre lleno de gratitud, gozo y paz, y no lo digo refiriéndome por este mes que es de especial celebración (Acción de Gracias o Thanksgiving), sino porque es la voluntad del Padre que nuestros corazones se encuentren en aquel estado constantemente y en todo tiempo. En esta nueva oportunidad tenemos una invitada muy especial, confiamos en el Señor que este mensaje sea un llamado directo al núcleo de tu alma: tu corazón.
¡Volviendo a mi primer amor!
Muchas veces la cotidianidad de la vida o las oraciones sin respuesta hacen que dejemos de lado a nuestro “primer amor”. El primer amor es aquel amor que sentimos cuando aceptamos por primera vez a Dios en nuestras vidas y corazones, nace cuando comenzamos a buscar a Dios y establecemos una relación cercana con Él, queremos estar siempre en su presencia, anhelamos leer y aprender de su palabra y estar en una constante comunión.
Sin embargo, por distintas razones de la vida puede que te encuentres apartada de ese primer amor, y tu relación con Dios no sea la misma de aquel momento, cuando lo aceptaste en tu corazón. Cuando convertimos la relación con Dios en una rutina y lo buscamos únicamente un día a la semana, o cuando solo lo buscamos cuando necesitamos de su ayuda, estamos dejando de amarlo. Puede que una oración sin responder haga que te alejes de Él, al pensar que Él no te escucha o simplemente ha dejado de estar contigo, pero no es así.
“Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.”
Apocalipsis 2:4
Dios nos dice que hay algo que no le gusta de nosotros, y es que ya no le amamos como cuando comenzamos nuestra relación con Él. Dios nos recuerda lo valioso que es el primer amor, muchas veces nos apartamos de Él, a causa del pecado.
Nuestro Dios es un padre amoroso y misericordioso, hoy te animo a que puedas volver a tu primer amor, acercarte nuevamente a Dios y cultivar una relación donde Él sea la prioridad de tu vida, confiando plenamente en Él.
Sin importar la situación por la cual te has alejado de Él, Dios está esperando tu regreso, con los brazos abiertos para recibir nuevamente a su hija amada.
-Con cariño Astrid.