¡Solamente CREE!

Amiga, que el Señor guarde tu corazón y bendiga conforme a Su voluntad tus planes durante este mes. Estoy feliz de compartir una vez más este espacio junto a ti, y así compartirte el mensaje por segunda ocasión en colaboración con una querida hermana en la fe y amiga. Ambas confiamos que sea renovando tu mente y corazón, y así seas edificada en tu Creador.

Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios? 

Juan 11:40

Por mucho tiempo luche mucho con mi fe, ya había conocido a Jesús, servía en mi iglesia, y era líder de jóvenes, pero sucedía algo que no encajaba en mi relación con Jesús, y era mi fe. 

Podría catalogarlo como algo confuso, una situación que no lograba comprender, creía en Jesús pero me costaba mucho creer en su poder en mi vida, admiraba sus milagros, su gloria y su grandeza en otras personas, pero me costaba mucho imaginar que eso podía pasar en mí. 

Escuchaba milagros de provisión, de sanidad, de experiencias sobrenaturales en su presencia, etc, pero sólo se quedaban en eso, en solamente “escuchar”.

Tenía una gran lucha interna entre el amar a Jesús y creer en su poder, empece a orar por mi fe, por que realmente mi incredulidad fue un gran limitante por mucho tiempo. 

Un día escuche algo que quedo muy marcado en mi corazón, mi Pastora me dijo “Mari Dios es un caballero, el golpea la puerta para poder entrar, el actúa donde le permiten pasar, pero Satanás no, el no te golpea la puerta, el la patea y la abre”.

Y eso sucedía con mi fe, un pequeño pensamiento de incredulidad estaba afuera de mi casa, abrí un poquito la puerta y esta no dudo ni en segundo en entrar y hechar raíces de duda en mi corazón.

Pero una noche mientras oraba escuche una voz tan dulce y apacible que me trasmitía demasiada paz y seguridad donde me decía: “ Crees en mi poder?” ¿No te he dicho que si crees, verás mi gloria?, me quede atónita, por que su voz fue tan clara que sin dudar le dije: Sí, un sí tan seguro y con tanta convicción, por que mi espíritu sabía que era mi Dios.

Terminando de exclamar mi “Sí” inmediatamente, empece a sentir como un río de agua viva se movía dentro de mí, yo sabía que era el Espíritu Santo quien estaba manifestándose en mí, no puedo explicar de forma humana lo que sentí, sentía algo inexplicable, quizás cuando estemos en el cielo lo entenderemos.

A solas, en mi habitación experimente una parte de su gloria, por que estoy segura que si hubiese experimentado toda, mi cuerpo fisico no lo resistiría. 
 

Desde esa noche mi corazón se transformo, porque el milagro lo viví yo, lo viví de la forma menos esperada, sentí su presencia de una forma demasiada real, Ahora mi manera de percibir la vida dio un giro de 360, cada detalle que observo de mi vida por mas mínimo que sea, solo puedo decir “Eso solo lo hizo Dios”.

Mi fe ha crecido, en la actualidad le creo completamente a Jesús, y es tan glorioso lo que estoy viviendo, observo milagros en todo momento y quedo impresionada de su gloria y poder.
 

Creo fielmente que es mi proveedor y no me ha faltado nada.

Creo fielmente que el tiene control de mi vida y no le temo a la muerte.

Creo fielmente que aunque los doctores me digan que tengo complicaciones en mi vientre, sigo creyendo que mi vientre es bendito y dador de vida.

Creo fielmente que mi familia no se irá de este mundo sin haber tenido un encuentro profundo con Jesús.

Creo fielmente que mi desierto pasará y que muy pronto palparé la victoria.
 

Creo, creo y creo. 
 

Amada mujer, hoy quiero retarte a creerle a Jesús, no limites tu fe, no limites su poder en tu vida, créele con todo el corazón, sin dudar, recuerda que eres hija del Rey de reyes y Señor de señores, nuestro amado Jesús.

Te animo a orar por tu fe, si estás luchando con la incredulidad, ríndele a Jesús, y ora porque tu fe sea más grande que cualquier miedo, situación o circunstancia.

Verás su gloria, porque fiel es quien hizo la promesa.

🌼
Mari

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Ora, Espera y Confía…